"...Desacraliza para hacer sagrado"

 

         

Presentar la obra de Martín en esta exposición es un gran placer y privilegio, como lo ha sido conocerlo y seguir su trabajo desde hace ya más de diez años.

 Pecaría de redundante frente a sus cuadros si señalara el extraordinario oficio de pintor y dibujante que caracteriza a Martín…sólo veámoslos. Prefiero antes que describir su obra aprovechar mi cercanía para acercarlos a él, a su frondoso universo de imágenes, a su mirada profunda y analítica, a su increíble imaginación.

 En un reportaje reciente que le hicieron, él se refiere a sus primeros años de formación diciendo: “me abrieron la cabeza…me mostraron un mundo maravilloso”. Este mundo maravilloso no es sino su mundo: constelaciones, océanos, animales, monstruos, ángeles, ciudades, figuras mágicas, metamorfosis de figuras…repasemos la mirada por sus cuadros para ver si no es así. Más adelante nos dice “en este extraño devenir del artista plástico” refiriéndose a sus muchas incursiones en ese interés que él denomina “arte total”. Es que Martín es un joven artista plástico, no un hacedor oficioso. Y es joven…si no fuera extraño su devenir creo, no sería ni una cosa ni la otra.

 Finalmente él nos ubica en su mirada: “lo sacro está presente en mi obra…es buscar una esencia”…aquí está la clave. Ahora volvamos a sus cuadros. Los invito a detenerse en ellos. Y cuando digo detenerse me refiero a contemplar, a mirar sin prejuicios ni pretensión de ver.

 No creo que ironía sea la palabra que adjetive estas apropiaciones de los clásicos. Me parece que Martín estudia y juega. Ni es irreverente ni meramente homenajea. Creo que se acerca a lo que admira con la confianza de un niño. Como un chiquillo que tutea a un adulto mayor. Desacraliza. Y aquí está la paradoja: Desacraliza para hacer sagrado, y a eso nos invita con rigor y minuciosidad.

 

Magdalena Catoggio

Artista plástica

2007

 

Volver a Críticas   

retro.jpg (751 bytes)

Home